jueves, 14 de enero de 2010

Visto de cerca nadie es normal, dijo Rossana. (Para reirnos un poco!)


Lo que me ocupa en este momento es la condición de normal o bien el concepto de normalidad, el uso que se le da a semejante sustantivo o cualidad que se puede tener o bien carecer de ella, de la normalidad digo, para que me sigan. No voy a definir normalidad, porque todos ustedes saben ya lo que es normal y lo que no, porque son grandecitos y han visto de todo, por lo tanto uno a una determinada edad, ya se da cuenta con mediana (no meridiana) claridad, quien es normal y quien no. Pero lo que sí es innovador y me dispongo a teorizar sobre eso, es el hecho de que hasta el más normal de los normales, visto de cerca, bien de cerquita, alguna anormalidad seguro tiene. Y si será cierto esto, que yo he intentado ver de cerca y de lejos, por lo cual me hice multifocales (con anti reflejo), que distribuyen muy bien el campo de observación, te marean poco y te permiten mirar como las gallinas, moviendo el cuello para acompañar la graduación de los cristales, pero vamos a decir que fundamentalmente por arriba se ve de lejos y por abajo se ve de cerca. Noooooooo, ni se les ocurra poner a esto connotaciones eróticas, Rossana, ¡te conozco y sé lo que estás pensando!
Entonces yo para detectar la anormalidad, uso la parte de abajo de los lentes, me acerco despacito, con cualquier excusa, con afán de investigación. Yo les aclaro que yo no hacía esto antes que Ro lo mencionara, por lo cual, es muy reciente esta investigación. Yo les diría que ni siquiera tengo bien formulada la hipótesis, pero como la metodología de observación participante se puede ir haciendo mientras se pule la hipótesis, yo ya empecé. Llevo miradas unas 4 o 5 personas, ya séee, no es mucho todavía, pero ya se van adivinando tendencias, si no, pregúntenle a Botinelli (al chico que está bueno).
Detengámonos un poco en los hombres, si ustedes miran solamente dos, alcanza para ver (de cerca claro) que no tienen un desarrollo normal de su inteligencia emocional. O bien tienen desarrollados otros aspectos no emocionales, como la racionalidad y esto sucede hasta el extremo de la hipertrofia. Sí, digo bien, se les hipertrofia algo siempre, o tal vez sea más exacto hablar de distrofia, porque así generalizamos y ustedes saben que el pensamiento científico tiende a las generalizaciones a punto de partida de observaciones singulares. Lo otro que se les distrofia es la capacidad de mantener la palabra, van y dicen una, después se la olvidan y hay que empezar de cero, es una lucha.
Con las mujeres pasan cosas similares, ya que esto no es una cuestión de género, a las mujeres también se nos distrofian aspectos. La más normalita esconde una alimaña adentro que de normal no tiene nada, y uno la ve y dice “que mujer más normal” y ella en realidad, tiene dentro (y a veces afuera) todo tipo de inconsistencias, contradicciones, canas ocultas, grasita de más o de menos, distrofia nalgar o similar. Esto de la observación participante es bueno porque como quien no quiere, vamos haciendo un catálogo de anormalidades posibles que nunca antes habíamos notado, ¡hasta las propias! Que surgen de la comparación (usándonos como sujetos de control) y hasta podemos llegar a pensar con orgullo, “Ah!!! Tan normal no era yo, ya me lo parecía”. Porque en definitiva es así, ¿para qué queremos ser normales?, debe ser lo más aburrido que hay, no tengan dudas amigos lectores.
Como información preliminar (aunque no toda relevante), paso a describir algunos hallazgos:
1 sujeto de sexo masculino con las manos más rápidas que la vista (eso es normal sólo en los Magos, y son pocos)
1 sujeto de sexo masculino con pelo en pecho y diciendo pendejadas (eso no es normallll ¿o si?)
1 sujeto de sexo femenino que, teniendo mucho que hacer, se sienta en la notebook a escribir disparates como éste por ejemplo (ahí me involucro yo sin temor a represalias, que no las suelo tomar conmigo misma).
No los quiero agotar con estos hallazgos preliminares, falta mucho por hacer!
Yo sigo reflexionando, aprendiendo sobre el ser humano en general, aprehendiendo algún ser humano en particular, si se deja claro (primero se le explican los objetivos del estudio, se le da encuadre a la investigación y por lo general se dejan, son colaboradores, sobre todo los especímenes machos de la especie a los cuales se les ha inculcado desde pequeños, usted “siempre listo Calixto Campolargo”.
¡Se valoran aportes a esta discusión!

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