martes, 23 de noviembre de 2010

Si fuera cierto...


Si te tengo enfrente me bautizo en tu credo. Creo en tu dogma, soy porfiada ritualista que te ofrece liturgia, agua bendita y consuelo. Mi niña interior, llama a tu niño al ruedo, para que juntos se regodeen en la emoción de disfrutar el remanso dulce del abrevadero.
Me imagino abocada a sostenerte la mirada y cerrarme en tu cuerpo apretando fuerte para que suceda el milagro... ¿Qué besar primero? Tu frente para que sientas la ternura, tus manos, tus dedos, para alarmar la caricia…Recostarme a tu vera para que no dudes que es cierto, al menos esto que escribo, es humilde homenaje a tu instinto pagano que adora el conjunto de los elementos. Y como Dios pagano tiene, la fuerza del viento endemoniado, la sal del mar embravecido, el calor inclemente del fuego, los nutrientes de la tierra y la fertilidad del suelo. Donde pisa tu pie, queda marca indeleble que trasciende el tiempo.
Si fuera cierto que tu piel invita, con qué encajes adornar mis dedos, qué flores en mi pelo? Si fuera posible la locura bendita de abrazarnos por un instante se detendría el miedo, se caerían los telones de la duda y vibraría la carne elevándose al cielo.
Si fuera cierto que tu boca sonríe, convocando a mis labios, crepitantes de besos, yo creería que un ser superior existe, en algún lugar o tiempo. Recuerdo el molde de tu cuerpo al detalle, la fuerza de tus brazos, tus piernas de granito soportando el peso de una condena mágica, una cadena invisible que nos entrelaza de por vida aunque no seas mío, aunque nunca lo seas y no sea cierto lo que estoy diciendo.
Que la memoria es frágil, que el cariño no lo puede todo, que no tengo para ofrecerte más que mi ensueño. Porque el recuerdo flota cada tanto en la noche, abriendo los portales que te protegen, serio, ceño fruncido, aunque yo te sé tierno…
Si por azar tu noche se poblara de susurros y no pudieras contener tus anhelos, ten por seguro que soy yo llamándote bajito por tu nombre…invocando a la Diosa para retarte a duelo.
Lo contrario del error es el acierto, afilo puntería de sueño para atravesar tu cerco. Mis armas no son tijeras, son fuerza y aguacero, es la militancia del goce, encendida por tu cuerpo.
Si fuera cierto que puedo posar mi mano en tu pecho, sentirte respirar, llamando a redoblar campanas de deseo, yo sería un poco más mujer a tu lado, tu mujer por un retacito de vida, robado e inconfeso.
Aunque los miedos sean muchos y no amaine el aguacero, mi pensamiento que nunca detiene su paso, “no puede tomar asiento”…

viernes, 19 de noviembre de 2010

Del imposible olvido...


Cómo me gustaría verte! Cruzarme contigo en la escalera y susurrarte al oído. Que el ayer por un momento se allegara, que tus piernas volando por buscarme, volvieran a llevar tus pasos hacia mi. Sólo por un instante, sólo por degustar tu rostro frente al mío y escudriñar tus ojos de cielo buscando el alma. Lo que no pudo ser a veces vuelve, se encapricha… luego se retira como el mar de la orilla, y deja caracolitos, cantos rodados y nostalgias.

Cómo me gustaría abrazarte, cercar tu piel, poner a prueba tus defensas, cambiarte el aire, provocar tu juego, atraparte al vuelo y sentirte vivo. Que me renueves la sonrisa, que te apropies del deseo y me lo devuelvas cargado de flores, las mieles de tu boca, la seda de tus manos. Lo que no pudo ser, es un trance feroz para el olvido, es una flecha certera y un gemido. Es un adiós que no se dijo y que renueva su latido de vez en vez, cuando sólo se oyen los grillos, cuando anochece mansito y lloran las estrellas por no tener tu brillo.