jueves, 10 de enero de 2013

Cansancio


Te perdiste de andar desnuda por la arena y no pudiste sola sortear el desapego.
No pudiste escuchar el silbido de hielo,  de las manos caídas justo al lado del cuerpo.
Recorriste la pena sin preguntar por dónde, y arrancaste del centro un gemido de hielo. Y te venciste entera, los ojos en suspenso, la boca adolorida en tu cansado cuerpo. Recordaste ese día las perlas de tus sueños? Los pisos que bailabas entretejiendo velos? Hundir tu pie en el barro hasta dejar de verlo?