Hombre alienado

Frías las manos, la cara fría

Helada la nariz, los pies helados

Duele el intenso frío, te duele el alma

Cristalizado el torrente de tu lava

Duele para que despiertes

Insolencia que rasga el desencanto

Tus fuertes piernas horadando el fango

Y tú a mi lado a enredar las mías

Entiende de una vez que tus hallazgos

Empiezan donde suena la fanfarria

De mil cascabeles que retozan

Al salir, por honrarte, de mis labios

¡Pon tus ojos en mí!

¡Hombre alienado!