Hay un verso colgado en fina ligadura,
que lo mantiene en vilo…
No da en significar, pendiente, casi roto.
Un verso en penitencia que purga maldiciones.
castigado en ausencia, condenado de oficio.
Ah! Si pudiera hablar, contarnos su locura,
quedaríamos lívidos al instante preciso,
donde amalgama el cuerpo
con un trozo de alma,
donde se pierde al tiempo,
ocaso de los verbos.
Hay un verso cayendo,
préstale tu frescura,
pon un beso en su aliento,
sálvalo… tiene miedo.
tas creciendo profundamente en cada poema, en cada verso, en cada frase, en cada palabra, en cada letra, en cada silencio.............
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