Las palabras a veces
Destruyen un abrazo
Separan dos mejillas
Arrastran todo lejos
Después de proferidas
Está cerrado el juego
Y algún beso furtivo
No puede aunque quisiera
Volverlas al silencio
Por eso te condeno
Sin piedad y a riesgo
De no morder tu boca
Nunca más
Ni de lejos
Lo esencial es invisible a las palabras, las palabras atrapan, hieren y matan pero sólo atrapan, hieren y matan lo aparente. Lo esencial siempre se esconderá detrás de un beso, de una mirada, de una caricia de un abrazo o, incluso, si te parece, detrás de la voz, pero nunca lo esencial se esconderá dentro de ninguna palabra. Por lo tanto lo q condenes con palabras será una condena sin esencia, sin sustancia, será una condena aparente cuyo efecto dependerá de la importancia y trascendencia que lo condenado le de.
ResponderEliminar