Hay una pequeña parcela en este mundo
Fértil pedazo de tierra para el hambre
El hambre de siglos de desdenes
Atiza la pena y los solos pasan
Sólo por ver semejante trazo
Y no le alcanza al hombre peregrino
La saciedad de una piel que no llega
La sed que no se va
Y no hay delito ni crudas balaceras
Y no se silencian los belicosos mares
El hombre sigue inquieto
Perforando su suerte
Desafiando a la vida
El que no puede amar de nuevo sufre
Sufre el vacío de la cama fría
Sufre el pasmoso silencio del maldito
Del que no tiene querencia
Del que no encuentra molde
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudan a aprender