Esa foto,
lienzo de tu vida. Pintada en medio del pecho, recalcada. Una mirada que
congeló su objeto, una media sonrisa sin excesos. La foto, el símbolo. Arriba
del televisor la cara, el pelo, medio cuerpo trasmitiendo una señal vacía. La
placa que grabó su imagen, es tiempo detenido. Son temas no previstos,
divergentes, no conversados, siempre imaginados. Porque no hubo más que foto,
dándole forma a un recuerdo fabricado a prepo. Un hombre ubicado en el cinturón
de Orión, abrochando estrellas, alumbrando noches. Pena que no sabe gritar,
agua mansa. Gotea, gotea, erosiona el silencio en el fondo del fondo y más
abajo. Si tiras la moneda, no sonará desde tan lejos. En medio de la noche unos
ladridos, el hombre con sombrero, pasa y
mira a través de su tiempo, el que no tuvo. Acaso vea, acaso sepa. No hay forma
de darlo por cierto. Entonces debes seguir tejiendo, otros lienzos, otros ojos,
algunos abrazos, alguna fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudan a aprender