
Y es todo un
tema, porque el que no dice se queda sin remedio, por pretender absurdamente un
avatar que no es posible, que no le sale fácil a la gente.
Me gusta
pensar que no es pobreza de espíritu, sólo proteccionismo emocional, porque en
definitiva, quien sólo ve sus palabras, queda más conforme con esa versión de
los hechos. Padece menos incertidumbres y por falta de intensidad, se cansa
menos. Me pregunto qué se pierde? ... Creo que algunas migraciones del alma,
algunos entendimientos y saberes, que sólo habitan las miradas de otros y otras
que no son uno.
Se puede
perder una palabra de amor apretada en dos pupilas, muchos besos incipientes...
se puede perder un sentir completo.
Será
entonces mejor decirlo todo? No, no lo creo. Los decodificadores de miradas existen,
por qué pedir menos?
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