lunes, 5 de marzo de 2012

Para no olvidarla

Duelen los pies y las manos... el cuerpo paga la pena y el silencio desobedece y se rompe. El cielo se parte en gotas grandes, círculos oscuros sobre fondo claro, pedazos de nube sobre la espalda dura. La lluvia encuentra al aire en penitencia, respirando a silbos asmáticos. La Enamorada de la noche quiere y quiere perfumar, y el aroma, se queda suspendido como aureola. Hay que estar bien cerquita, bajo la lluvia, oliendo con voracidad, moviendo el aire a palmetazos, aunque duela. Lejos, para no tocarla, cerca, para no olvidarla… 

2 comentarios:

  1. este en especial me gusto mucho....veo que esta escrito con la mezcla perfecta de amor y desamor, un limbo continuo que todos queremos superar...te felicito..me gusto muuucho!

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  2. Gracias Camila! Me gusta la interpretación que le diste :)

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