miércoles, 8 de julio de 2020

Palabras en la panza


Hay palabras que se quedan trancadas en la panza. Como recorrieron un trecho desde que fueron leídas, ganaron carrera y llegan con toda la fuerza de lo bello, esparciendo su onda en anillos temblorosos por los costados y hacia el centro del pecho. Son inesperadas y por lo mismo, te dejan la sonrisa boba y te traen de nuevo el rubor adolescente. Ah, la vida. Esconde en cada recoveco una sorpresa, bajo la pata de la mesa, en la ventana del lavadero, en la vereda con caries de baldosa.
Hay palabras que tienen colores a tus ojos, y te das cuenta que, por más que pasen los años, te siguen conmoviendo como si tuvieras 20. Y es que el alma no sabe de cronologías.