jueves, 7 de enero de 2010

La Nada


Ahhhh! la nada, la nada es “ninguna cosa”, “ninguna gente”, “ninguna sensación”, “ninguna parte”… A mi me gusta pensar que la nada existe, como un agujero negro donde hay potenciales cosas y gentes y lugares que aspiran a dejar de ser nada y empezar a tener significado para los demás. Porque cualquier nada puede ser todo para el más pintado.
Pero los homo sapiens sapiens, le damos un significado diferente a la nada, podemos aplicar esa palabra a muchas situaciones, y siempre significa algo contrario a lo que enuncia.
No tengo nada que decir: eso significa que estoy furiosa y que las palabras que tengo para compartir son maldiciones, y según el caso pueden caer mal… hay que tener cuidado, (mejor me callo).
No puedo pensar en nada: eso significa que la cabeza se desborda, que no hay sentido, que de tanta cosa está por explotar.
No me pasa nada: eso significa que “qué te importa lo que me pasa, me venís a preguntar ahora, cómo si no supieras!!!!”
No me importa nada: Eso, sin ir más lejos, quiere decir que me importa mucho pero no te lo quiero demostrar, psséee, con qué derecho, faltaba másss…
Mucho y nada, los términos del amor, de la amistad, del vínculo.
Me quiere mucho, poquito y nada… las flores revelan el destino y alimentan la ilusión…. Mucho y nada, todo y nada, esta última oposición es más absoluta y contundente, me gusta, la adopto ya, todo o nada.
Uy! Qué radical me puse, me olvidé de los matices, “algo”, “un poquito”, “bastante”, son todos matices entre todo o nada, y qué bien nos vienen!!! Sobre todo (¿vieron que no se dice “sobre nada”?) porque las cosas, las gentes y los lugares, no son en blanco y negro, tienen matices bellos y ricos que hacen de este mundo algo diverso y enriquecedor, un instrumento de aprendizaje, un abanico o un arco iris como quieran llamarle y mejor les guste.
Nada tengo para agregar: decimos cuando la chorrera que se viene es totalmente inoportuna!
Nada podemos hacer: acude justo cuando la cobardía nos impide la acción.
No hice nada por solucionarlo: sirve para sentir culpa, mucha culpa.
Como ven amigas y amigos, la nada existe, es múltiple y polifacética, es un muy buen instrumento de manipulación, de sufrimiento, de extremo regocijo (“Nada puede separarnos”).
Pero a la vez, puede ser una característica o un padecimiento, de suerte que podemos ir por la vida haciendo “nadeces”, sin pena y sin gloria y lo peor, sin darnos cuenta.
Asimismo podemos ser víctimas de nadez, ¿no han visto acaso, desde la terraza de los bares que como sabemos son ojeaderos clave, gente que padece nadez y anda por ahí sin rumbo, añorando completudes, “todeces”, que no aparecen, que no se encuentran porque no hay con qué? Es un problema de difícil resolución, porque de la nada, nada surge y así andan, como locos, llenos de nada, desabrigados, desconsolados.
Y concluyo, solo sé que no sé nada, seguro no lo dije yo, Je!, lo dijo alguien que era humilde y que tenía la cabeza llena de todo y aún así, tenía la valentía de reconocer que del universo, realmente no sabía NADA, igual que yo.
Bueno, no tengo nada que agregar, eso quiere decir que todo lo que se apila en los dedos es confuso, porque a veces mis palabras no surgen de la cabeza sino de los dedos, nada los detiene, excepto el sueño que todo lo empaña, nada más escribo, no porque no tenga nada que decir, sino porque mis dedos dicen ¡basta! nada de lo que ecribas va a ofrecer lo suficiente acerca de la nada, que para estar vacía, realmente da bastantes complicaciones, lo del título, Hernán, ¡qué ocurrencia la tuya! ¡Qué despropósito! esto de escribir sobre la nada... uy... se me desvanece la compu!!!!!

1 comentario:

Tus comentarios me ayudan a aprender