martes, 8 de marzo de 2011

Te saliste con la tuya...


Quisiera tener tu fe, u otra, alguna al menos…

Algo que me permita pensarte navegando mares,

Vestida de celeste como te fuiste…

Sencilla, despacito, de puntillas te fuiste

No hubo aviso ni ruido, nada me alertó

Encontrarte así, no lo había temido

Porque ni siquiera lo había pensado

Vos no eras para encontrarte así

Seguro Iemanja estaba furiosa

Vos tenías que volar con ella

Vos tenías que salir de tu cama derecho al mar

Y no tenía que borrarse tu sonrisa ni apagarse tu voz

Tu abrazo tendría que estar acá, ahora carajo!

Ahora que ya te arrancaste de tu casa, de tus cosas,

Dejándome huérfana sin remedio,

Total e implacablemente huérfana

Madre no entendiste que yo te necesitaba un poco más…

Siempre hiciste lo que quisiste

Y ahora se te antojó que ya era suficiente

Que tenías que morirte y ya

Y lo lograste, como siempre

Y mirá que di la lucha, a sabiendas de que perdía

Con tu férrea voluntad nadie pudo

Y ahora qué?

Que tu mae te cubra en su manto de olas

Que tu alma sea de luz para nuestra vida

2 comentarios:

  1. ........
    lo leí sin aliento casi....de un tirón...con la humedad en mis ojos, que por momentos me impedía ver.Sobran las palabras ...simplemente te quiero !!!!!!
    Rosario Perez.

    ResponderEliminar
  2. Ahora, siempre, la vida. Te dio todo lo que necesitabas. Abrazo enorme!
    Como siempre un gusto leer tus cosas.

    ResponderEliminar

Tus comentarios me ayudan a aprender