viernes, 12 de marzo de 2010

Taller Literario: El Mago que sabía todas las respuestas...


Yo voy a hablar de un Mago que conozco poco, porque yo, a decir verdad, no conozco muchos Magos de veras y en profundidad… y hablar de gente que una no conoce bien entraña sus riesgos, pero bueno, si he de incorporarme al Taller, tengo que hacerlo, por Belcebú! O por quien corresponda ya que soy nueva en materia de aquelarres, brujeces y magias, ¿quién manda? Espero que nadie, porque me gusta mandarme sola (vieron que siempre es autobiográfico??)
El Mago de mentas tenía todas las respuestas como es la consigna, pero lo extraño que le sucedía, muy a su pesar, era no conocer todas las preguntas…
Imagínense ustedes, tamaño problema. Es relativamente sencillo responder preguntas, pero hacerlas??? Ahh! Es harina de otro costal…Para poder llegar a formular las preguntas, hay que tener “conocimiento de causa”, y ahí era donde se le complicaba a este Mago que les cuento, sabía un poco de todo, pero por arribita, y es bien sabido que para preguntar hay que conocer a fondo de lo que se trata. Lo cierto era que no se sentía a gusto con su don, quería más, quería saber preguntar. Anduvo y anduvo, preguntando, porque la única forma de saber es preguntando… y la gente le decía sus cosas, sus razones, sus verdades. Y eran tan diversas que lo tenían bastante confundido, pobre Mago, pobre con respuestas, pobre sin preguntas…
A medida que andaba, aprendía y a medida que aprendía, degustaba. Había mundos por descubrir, los mundos de los otros, bien distintos al propio como es de ley. Entonces tomaba frases de aquí, reflexiones de allá y se fue haciendo sabio, de saberes múltiples, de personas y cosas e historias. Fue tan profundo su conocimiento que un día, sin saber cómo, después de una noche eterna y cargada de estrellas, se hizo la luz en su cabeza. Y entonces todo fue sencillo, se dijo y dijo a otros a partir de ahí, no busquen respuestas amigas y amigos, busquen preguntas!!! Ellas andan por todas partes, juguetean, nos encandilan por momentos y por momentos nos dejan sin palabras, pero sólo ellas pueden hacernos pensar, sólo ellas pueden habitarnos y luego liberarnos. Ah! las preguntas, magia suprema, poder en ciernes, beso del intelecto… Y así buscando, y así creciendo, fue el más Mago de todos, fue el más sabio, fue el que inauguró “el conocimiento de causa”, el Mago preguntón, el Mago que quería saber y dar y tener.
Esta es mi pequeña historia, sencilla y un poco ingenua, como yo.

2 comentarios:

  1. No se como eres como Psicóloga,como persona es maravilloso descubrirte, como aprendiz de bruja y de escritora algo fuera de serie!!! Me encantan tus historias y se siente que vas madurando de apoco... Se sueltan las teclas, vuelan los dedos...
    Felicitaciones y gracias por compartirlo!!

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  2. GRacias May!!!!!!!!!!1 Me importa que me valores como persona, soy eso y mujer antes que nada. Beso grande!

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