sábado, 15 de mayo de 2010

Asincronía


La soledad le hace ruido. Va calando de a poquito. Retuvo su nombre hasta hace un rato, ahora lo suelta al viento para que flote junto a las hojas de otoño. Nombre que suena despacito, se va cayendo porque ni siquiera lo murmura, como para que él no se entere que le hace falta decirlo. Aún así, no se va.

Va recorriendo descalza los últimos días pasados, ¿cuál es la diferencia?, no se da cuenta, no cambió nada. Sólo adentro de su cabeza cambian las cosas… las pinta del color que le gusta y después no hay reclamos. La cabeza se le mueve como bailando, y ella le pone la música,¡Así cualquiera!
Quieta el alma, la mirada perdida, y la cabeza llena de palabras.
El nombre suyo que la acompaña, la distrae, la despeja, la aturde, la concentra.
Quieta la noche, se mueve el frío y es intenso. Hay gotas finitas y heladas que rompen en su cara, los labios fríos, la nariz congelada. Se llena el pecho de aire y lo entibia.
En un lugar del planeta un hombre sufre, tal vez llora. No es por ella, nunca coincide.
Podría abrigarlo, piensa, podría consolarlo si él quisiera, podría cambiarle el color del alma y el calor del cuerpo, ¿podría? No está segura de nada, revisa sus conexiones.

Hay interferencia, suena como un zumbidito, a revisar el manual, dejame verrr, Ah, no!
La programación dice claramente, dejalo suelto, no lo amarres al pensamiento.
Falla de software, se ha producido un error fatal, consulte con su administrador.

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